lunes, 24 de octubre de 2011

Diane Arbus


Seguimos con el ciclo 'Diane Arbus' y 'Fotografía con historia'. Esta es la tercera y última de la serie de Diane Arbus. Mañana empezaré con Lisette Model y sus tres fotos correspondientes. ¡No os olvidéis de comentar!

Lidia y Eleanora eran amigas desde bien pequeñitas. Nunca entendieron por qué la gente se apartaba y cuchicheaba al mirarlas, se ponían tristes e iban llorando a sus madres preocupadas. Éstas, que también se conocían de tiempo atrás, siempre les contestaban lo mismo ''si la gente no puede miraros el alma cuando os ve sonreír es que son ciegos de nacimiento''.

Lidia y Eleanora siempre iban juntas a todos los sitios, les gustaba tomar el té en el jardín, un día en casa de Lidia y otro día en casa de Eleanora. Siempre acompañado de pastas y sus mejores amigos, Benny el oso y Mara la jirafa.

Lidia y Eleanora se hicieron mayores, crecieron juntas frente a las adversidades de la sociedad que intentaba apartarlas de toda la realidad, pero ellas lucharon y salían de paseo día tras día. Acompañaban a sus madres a hacer recados y bailaban en los bailes del pueblo. Al fin y al cabo eran las únicas capaces de sonreír cuando estaban felices, capaces de sacar una sonrisa a aquellos que sólo encontraban lágrimas. Eran pura luz y sinceridad. Eran alma y eran corazón.

Si había algo que les gustase más que sonreír era hacer fotos. Miles de fotos llenaban sus paredes, miles de personas las miraban sonriendo, miles de paisajes iluminaban sus pequeños corazoncitos.

Pero si había una foto que ambas guardaban con especial cariño era una foto en la que las dos vistieron falda, vistieron sus mejores sonrisas y sus mejores tocados. Vistieron su mirada más sincera y verdadera y salieron a bailar. Sus madres hacían años que habían muerto pero ellas jamás se asustaron pues mientras se tuvieran la una a la otra nunca se perderían.

Aquella noche bailaron como nadie, disfrutaron de las luces de colores y de la música y tras aquella noche de felicidad pidieron que les hicieran una foto para inmortalizar aquel momento. Esa foto adorna cada rincón de la casa que comparten; no tienen fotos de boda, ni fotos de familia, no tienen hijos, y apenas tienen amigos. No tienen suegros ni cuñados, pero no les hace falta, pues tienen amistad y es tan fuerte que ni la muerte podría separarlas.

Lidia y Eleanora son dos personas pero comparten una misma alma, un mismo corazón y un mismo sentimiento.

Amistad.

3 comentarios:

  1. Me han encantado todos y lo sabes (H)
    Qué te han dicho sobre esto?

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  2. Aún no lo entregué!
    El día 15 de diciembre tengo que entregarlo ya veremos :D

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  3. Es hermoso, vas a aprobar con notaza, ya verás :)

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Mancha de pintura