martes, 21 de febrero de 2012

Estrella fugaz

Y la estrella fugaz se apagó esta noche.
Se terminó la esperanza, no el deseo.
Quizás me he rendido, quizás no, quizás simplemente me he hartado de esperar.

No sé si tú eres la estrella que me iluminaba, no sé si estoy más cerca de ella o más lejos, no sé qué debo hacer si seguir esperándote o simplemente marcharme.

Quizás cuando despierte mañana no tengas tantas dudas. Quizás mañana las dudas no existan o es que quizás nunca ha existido nada.

viernes, 17 de febrero de 2012

Palabras

Las palabras sordas retumbaban en las paredes vacías de una casa abandonada mientras los grillos susurraban a las estrellas los deseos de su pequeño en ínfimo corazón.

El infierno se heló en el frío de la noche y los sueños se durmieron en una cama de dientes de león al abrigo del viento del norte. Los pétalos de la flor del cerezo viajaban rosados a escondidas de la luna y su belleza se paseaba por el mundo acariciando los besos escondidos de los amores fugaces de una noche de invierno.

Los pétalos formaban tu rostro sobre el lago. El fuego de tu nombre derritió mi helado corazón y tu sonrisa me sumió en una espiral de amor y cariño que jamás creí posible. Un abrazo, un beso, una palabra tuya me despertaba dulcemente y hacía real tu presencia.

Las palabras de amor retumbaban en las paredes llenas de fotografía de mi habitación. Las golondrinas piaban en la ventana y me despertaron en primavera, con las flores sobre tu piel y tú a mi lado durmiendo tranquila, esperando que yo te despertara con el primer beso de la mañana.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Sueño o realidad

Se ha buscado entre las cicatrices de sus manos, entre las cicatrices de su corazón o entre las cicatrices de su alma y se encontró a ella misma mirándose a un espejo.

Unas notas de música sonaban en la oscuridad y su historia se escribía a cada paso que daba. Valor, amor, dulzura, dolor...
Las playas del olvido son de arenas finas y blancas, aguas cristalinas en donde puedes reflejarte y las olas se paran cuando empiezas a llorar. Has de cruzar toda la playa para saber que no olvidas a nadie, que paseas de su mano y simplemente se suelta y se queda en esa playa, tumbada sobre la arena, esperando tu recuerdo.
No has de volver en tus pasos sino seguir caminando y sonreír ante la vida y el día a día.

Surca los mares del llanto y sonríe para no hundirte. Busca en las nubes de la esperanza al ángel que puede salvarte de una caída tras otra y duerme entre las plumas de sus alas.

No despiertes jamás bella princesa, pues con tus ojos cerrados sobre mi regazo haces que el mundo sea un lugar mejor y más bello. Descansa mientras mis dedos se hunden en tu pelo, tranquilizando los latidos de tu corazón. Permíteme sacarte una sonrisa y colgarla en el mural de mi pared para poder soñar contigo y verla antes de dormir.

domingo, 12 de febrero de 2012

El mar

Las profundidades del mar rugían palabras inaudibles. El azul cegaba en los ojos y el viento secaba las lágrimas de alegría.

El perfume de una persona volaba entre la brisa y su sonrisa, iluminaba todo el día.
Las nubes tapaban el sol para que durmiese, pero daba igual, la luz que emergía de una dulce sonrisa permanente fue suficiente para llegar al principio o al final o a donde fuese.
Que no había frío que me enfriara el corazón en ese momento, que no había disgusto que destruyese mi alegría, que no había monstruo que hubiese podido arrancar ni un sólo grito de miedo de mi cuerpo.

No importaba el tiempo, el sitio o el lugar. Sólo importaba el mundo en ese instante y que el tiempo no pasara en el reloj ni en las nubes. Pero la noche se hizo y el último grano del reloj de arena cayó en el montón, fundiéndose con los demás al igual que un abrazo inesperado en una calle cualquiera.