lunes, 28 de febrero de 2011

Máscaras


Que se rompa el silencio. Que salgan las sonrisas. Que mientan los verdaderos y que digan la verdad los mentirosos. Que llueva hacia arriba. Que ilumine la Luna de día y el Sol de noche. Que las estrellas sean nuestro Dios y que los corazones en vez de latir, canten.

El futuro es lejano, el presente lo tienes delante, el pasado es un simple hecho que a veces te atormenta sean bueno o malo. Que la vida no es nada sin los recuerdos pero es menos sin el futuro, ¿qué significa vivir en el presente?

Palabras insulsas recorren esta entrada. Palabras incoherentes te llegan al alma. ¿Me escuchas dentro? ¿Me sientes recorrer tus venas y tu cuerpo? Llamo a todos los desconocidos, hablo a todo el mundo y callo cuando la tengo delante ¿por qué? Porque soy valiente tras las cortinas pero cobarde al dar la cara. Por eso, como mucha gente, llevo una máscara que sólo me quito ante el teclado, que sólo me quito ante aquellos que no me juzgan por quién soy. Llevo una máscara, pero no una de Guy Fawkes, ni una máscara de teatro, ni siquiera una de Kabuki; mi máscara es especial, me deja mostrarme sin miedo a sufrir, deja que el resto del mundo me mire sin que me sienta juzgada (aunque aún así lo soy), deja que me vean como ellos quieren verme y no como soy en realidad. Soy sincera, pero, ¿miento? Sí. ¿Por qué? Por miedo. Miedo al rechazo, miedo al dolor, miedo a la gente....

¿Qué me dices? ¿De qué color es tu máscara?

Foto: Masks By KateBlue (www.deviantart.com)