domingo, 27 de noviembre de 2011

Dios, Destino, Universo.

Bailaban las estrellas sobre mi cabeza.
Bailaban al ritmo de la noche y del viento.
Su luz brillaba en la oscuridad y guiaba mis pasos descontentos hacia un final peculiar.

El mar embravecía con cada ola que moría en la orilla y su espuma salpicaba mis zapatillas.
La sal se pegaba a mi cuerpo vestido con la ropa de los fines de semana, se pegaba a mi piel, se pegaba a mis labios, se confundía con la sal de mis lágrimas.
Confundía sentimientos y vida en un mismo corazón, confundía felicidad y dolor, añadía miedo y soledad a un alma quebrantada por las paredes, los tropiezos y los laberintos que he tenido que seguir para encontrarme hoy aquí. Una con el mar, una con las estrellas, una con el universo, una con la vida.

Aquí me tienes maldito destino que de mí te olvidaste un día al dormir. Aquí me tienes universo, alinea tus planetas, tus estrellas o tus galaxias y sácame de esta espiral odiosa que me marea cuando abro los ojos. Lléname de verdadera esperanza al imaginarme a su lado, lléname en este año que entra de esa felicidad que sale a borbotones por los poros de la piel de la gente olvidada en mi pasado.
Lléname una vez más de cariño, de esperanza y de amor, sobre todo de amor. Si he de rezarle a Dios le rezaré aunque no acepte mi amor. Si he de sucumbir al diablo lo haré, pues quiero su sonrisa en frente de la mía y sus labios frente a los míos para poder besarlos por primera vez. Quiero acariciar sus manos, quiero oler su pelo, perderme en su piel y suspirar su nombre cuando no esté.

Si ella apareció en mi vida no fue por casualidad, si me ha dado una pequeña luz que seguir espero que no se encuentre en lo alto de una montaña. Si está hoy, en mi cabeza y en mis pensamientos, tiene que ser porque algo más espero de ella...y quiero que se le ponga la piel de gallina con esto. Quiero poder tenerla delante y decirle lo que en mi alma habita. Quiero poder susurrarle al oído palabras que nadie que la haya amado le dijo alguna vez; porque mis palabras saldrán puras de mi corazón, para unirse a mi voz y admirarse en su sonrisa.

Hoy pido al destino, a dios, al universo, a lo que sea, que me ponga en tu camino, que te tropieces conmigo y que no te preocupes por caer, que yo te cogeré y te levantaré del frío suelo para que encuentres un corazón en el que sentir el calor y dejar de sentir el anhelo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Somos personas interconectada por un alma.
Un alma que tiene alas para hacernos volar por los países del mundo y liberarnos de las cadenas que nos unen al duro suelo, en donde caemos y nos tropezamos, en donde sangramos cuando nadie nos entiende. Un abrazo ¿es tan difícil?
Comprensión es lo que buscamos, intención de amar es cuando lloramos. Una palabra, dos o tres es lo que esperamos cuando la oscuridad más negra nos acecha por la espalda.

Pero no entiendes que esa oscuridad eres tú, que el mundo es el que tienes bajo tus pies y que los aplausos que escuchas son para hacerte seguir adelante.
Un sonido eléctrico te para el corazón, una sensación te cubre el cuerpo y tu vida se ha acortado dos minutos. Has encendido un cigarrillo buscando una solución a tu problema pero sólo has encontrado humo que se ha mezclado con el oxígeno de la habitación. No has buscado, simplemente te has quedado mirando cómo se desvanecían los segundos entre el humo blanco, grisáceo, bailando por lo inexistente.
Te has sentado en el sofá, te has evadido del resto, un ruido de fondo, la tele, tu madre, tu padre, alguien...¿y tú? Dónde te has dejado a ti, tu voz ¿dónde está? Callada...simplemente está callada...y por ello estás dejando que pasen por encima de ti, por ello dejas que millones de ojos te miren y te juzguen. ¿No ves que ellos no son mejor que tú?
Tú tienes mayor valor, fuerza y verdad que ellos, nadie podrá callar tus gritos, tus puños y tus deseos; tú puedes ser mejor...tú eres mejor que ellos, que, sin conocerte han sudado de tu alma y han hecho daño a tu corazón.

Atrévete a enfrentarte, atrévete a vivir aunque no les guste, atrévete a olvidar que existen y existe tú. Existe tú, porque nadie va a existir por ti.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Fuerza

No sé qué escribir.
Es más, mi mente está como apagada, como adormecida por el sueño que me falta desde anoche.

Estos días he podido pensar en mí, sólo en mí y ha sido gratificante pero, a veces doloroso.

Hoy puedo declarar y declaro que me he hecho a la idea de estar sola, de convivir conmigo misma y de compartir mi vida conmigo y con nadie más. De levantarme todas las mañanas y sólo estar yo frente al mundo.
El resto del mundo es feliz, comparte su vida ¿y qué? Realmente siempre he sido un ser solitario, no entiendo el agobio de por qué he de encontrar a nadie. Mi vida no es dura, mi vida no es difícil, pero yo misma me la hago difícil.

No tengo fuerza de voluntad y si la tengo no sé dónde la he metido, pero quiero intentar encontrarla pues ahora, más que nunca me hace falta para no caer de nuevo en la oscuridad que me acecha a la espalda. Que me pesa en el alma y me agarrota el corazón.

Estoy cansada, estoy cansada, quiero dormir y no despertar hasta mañana. Ser una misma conmigo y no volver a preocuparme por lo que viene, por lo que tengo o por lo que ha de venir.

No me he rendido, simplemente, me he hecho un poquito más fuerte. Por lo demás el miedo sigue ahí, el miedo por todo, el miedo a hacerlo mal a no llegar a donde debo, el miedo a tropezar, caer y no poder levantarme yo sola. El miedo a que no haya una mano que se me tienda para poder ponerme de nuevo en pie.
Sigo teniendo miedo, pero al menos ahora sé que, la mayoría de veces tendré que hacerlo sola y la fuerza para eso, la voy consiguiendo poco a poco. Solo espero que todo esto no se desvanezca como la idea de hacer más deporte, comer mejor o cuidarme más.
Sólo espero que esta estrella no se apague y que atraiga a las demás que hay en su alrededor.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Te quiero

Una ligera musa ha pasado por delante de mis narices.
Los ojos medio cerrados pues tengo sueño atrasado.
El alma rota en mil pedazos y sin ganas de volver a armarse.
El corazón atrofiado y la sangre apenas recorre mi cuerpo, tengo frío.

Las lágrimas han resbalado ya, mis ojos están secos, pero con ganas de más lágrimas.
Mi mente no deja de darle vueltas a la misma idea, a la misma cosa, a la misma situación...
Una cosa que no encuentro y que ni siquiera sé por dónde empezar a buscar. Cuando pienso que ya te he encontrado tú vas y te marchas, simplemente por no haber aparecido antes.
Tengo la buena costumbre de ser puntual, excepto para esto.

Me noto el cuerpo cansado, no sé si es el sueño o la manía de pensarlo todo una y otra y otra vez. Como cada noche, en la que me duermo pensando cómo son tus besos, tus abrazos o nuestros momentos a solas. No tienes cara, ni nombre, ni existes...pero me haces feliz sólo de pensarte...¿es triste? ¿Es triste evadirse con los ojos cerrados del resto del mundo para dejar de vivir en una realidad cargada de dolor en el corazón? Entonces seré la más triste del mundo...

Pero no pido tanto...sólo pido una princesa a la que regalarle mi tiempo y mi ser...
Sólo pido una princesa a la que decirle te quiero todas las noches antes de acostarme y regalarle todas las mañanas el beso más dulce. Mis palabras estarían de más cuando la mirase, pero me daría igual porque la miraría y no necesitaría decir nada...

Yo sé que te quiero antes de que hayas aparecido. Sólo necesito tenerte delante para decírtelo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Fuegos artificiales

Y empezó el espectáculo.

Miles de luces de colores cruzaban el cielo nocturno, dejaban la luz de las estrellas en un segundo plano y volaban cielo arriba para poder alcanzar la luna y jugar bajo su luz plateada.
Las luces rojas iluminaban los ojos de los miraban impávidos el espectáculo y los amarillos cegaban la noche.

El sonido ensordecía los oídos de los que estábamos de pie. Los colores se sucedían unos tras otros, amarillo, rojo, verde, azul, dorado...un dorado tan increíblemente bonito, abundante y sutil que el cielo tuvo varios millones más de estrellas durante un segundo. La explosión del oro en el cielo enriqueció mi sentimiento de pequeñez, el ruido ensordecía mis pensamientos por una vez y me dejaba sentir de verdad el momento un momento en el que no existía nada más que mi corazón, mis labios, mi alma. Un momento en el que sí, tú estabas allí, pero no existías. Compartías mi espacio, mi aire, pero ni tú ni nadie existía en ese momento, sólo yo y un pensamiento, sólo yo y un sentimiento.
Los colores seguían iluminando la noche, los colores seguían cambiando el color de una noche monótona; la última noche. Porque, quizás, después de esta noche, ya no te vuelva a ver nunca más.


El sonido se hacía cada vez más fuerte, los colores eran cada vez más rápidos, el corazón me palpitaba en el pecho y mi alma temblaba de miedo, de emoción. Mis ojos no podían apartar la mirada y se fundían en el ruido y en el color del cielo que, a través del humo seguía estando allí. El olor a pólvora quemada, el olor a frío, a fin de fiestas.

Y de repente, miles de sonidos se hicieron uno y terminaron en una gran palmera y en dos avisos.
Pero ahí no termina el espectáculo nocturno. No, no termina aquí porque, durante veinte minutos la luna llena había estado observándolo todo desde su trono de estrellas y nos deleitó con su propio espectáculo, nos recordó por qué es ella la reina de la noche...
La luna, en su trono de estrellas, sacrificó a una de sus hijas para que yo, perdida en la oscuridad desde hace tiempo, viese por fin un resquicio de luz y así, como si nada, dejo caer una lágrima fugaz, una estrella fugaz pero a la vez lenta, sutil, delicada y elegante. Una estrella fugaz que cruzó el cielo bajo la luna llena y me trajo la esperanza de nuevo a mi alma.

Una estrella fugaz que espero no olvidar porque pude verla desde su nacimiento hasta su muerte en el cielo. Una estrella fugaz que espero que cumpla mi deseo y me devuelva la vida que perdí entre lágrimas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Alcohol

Besos rápidos junto al corazón.
Ensordeciendo los oídos, el humo se colaba en los pulmones y supuraba palabras indigentes en un mar de alcohol.

Los focos bailaban a la vez que tus caderas en la oscuridad y un mareo en mi cabeza me hizo perderme entre tus labios. Busqué en mis lagunas y no encontré una respuesta clara, sólo la necesidad de más besos y no di con ellos.

Te vi sin más, sonreí por dentro, te miré sin quererlo y me perdí en una mirada fugaz e imposible.
Otra laguna más y tú te encuentras en ella, un por qué sin respuesta y una pregunta más a mi alma que no deja de darle vueltas y vueltas sin comprensión.
Mas tú en tu nube de alcohol y yo en mi laguna de vodka he perdido la noción del tiempo para encontrar un momento en el que buscarme a mí misma y perderme en el fondo de mi mente.

No eres más que un beso más en mis labios y una chispa que no ha llegado a ser nada.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Un sentimiento.

En el compendio del pensamiento y la razón un sentimiento hacía su viaje hasta el corazón.
Seguía los pasos de un rastro que había visto hacía mucho tiempo, latiendo por allí.

Nadie sabía qué era, ni quién era ni siquiera sabían si era de verdad, pero allí estaba.

Era una sonrisa, era una mirada, unas manos y un beso que jamás olvidó.

El sentimiento se olvidó de lo que era y se convirtió en una sensación más y nunca dejó que el corazón recibiera la información para que volviese a sentir lo que una vez vivió. Un amor increíble y verdadero...dos sonrisas, dos mujeres, dos miradas...¿qué elegirá?



PD. Esto es sólo lo que puedo escribir últimamente. Son las fiestas patronales en mi ciudad y mis neuronas no pueden pensar más que en comer, dormir y salir de fiesta. Espero no haberos decepcionado y que sigáis visitándome próximamente :)

martes, 1 de noviembre de 2011

Un momento

Tomó su mano. Y dejó que la brisa acariciara las mejillas de su amada, dejó que las lágrimas fuesen secadas con la suave brisa que a las dos despeinaba.

Tomó su cara entre sus manos, se acercaron despacio. La poesía del momento se mezclaba con el almizcle de la colonia, se mezclaba con el olor a lluvia, a tormenta. Sus ojos se clavaban en una mirada de felicidad. Las hojas volaban alrededor suya, como un torbellino acompañado de palabras sueltas de amor que intentaban provocar una sonrisa que quedase grabada en la memoria para cuando, en las noches más oscuras se sintiese perdida, tuviese una estrella con la que guiarse.

Se acercó lentamente a sus labios, pronunció dos palabras que provocaron un llanto certero en el alma de un corazón. Pronunció esas palabras tan cerca de los labios de su amor que éstos se rozaron por un momento y ese momento, pasó a la historia. Se rozaron tan dulce y suavemente que no supieron si eso fue un beso o un suspiro. Se rozaron tan despacio que pararon el tiempo. Las distancias se acercaron, los corazones se unieron y las almas al fin pudieron fundirse en una para el resto de la eternidad.
Pues dos almas unidas en una es como una estrella fundiéndose con la Luna, lo más bello que jamás puedas imaginar.

En un parque, entre árboles caducos, las hojas volaban por el suelo...pero ellas, ya no sabían lo que había a su alrededor, pues el sabor de sus besos, el sonido de los mismos, no dejaban que nada más las interrumpiese pues, jamás hubo en el mundo un beso tan largo, tan dulce y tan especial como ese. Pues jamás hubo en el mundo otro momento como ése...