viernes, 29 de julio de 2011

Principio

La tormenta se cernía sobre el pueblo como una humareda negra. El Sol peleaba por lucir sus rayos a través de las nubes que intentaban alimentarse de las sonrisas de la gente.

Los aldeanos huían de ellas despavoridos...
Pero entre ellas se encontraba tu sonrisa, esa sonrisa que ya no veré más, que se aleja de mí sin que yo pueda detenerla y me queda simplemente el recuerdo de ti. El recuerdo de tus labios dejando paso a tu luz.
No te odio, pero, aunque no haya podido disfrutar de ti como hubiese querido, te echaré de menos.
Pequeña princesa de mis sueños, dame otra oportunidad. Más bien, dame la primera, y vuelve, vuelve y cruzate en mi camino una vez más. Permíteme sonsacarte una sonrisa y enseñarte el mundo perfecto y precioso que te puedo ofrecer a mi lado.

Déjame tener el principio de mi historia contigo...

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