Yo buscaba su sonrisa entre la gente y solo encontraba a mi corazón desbocado en mi pecho corriendo para dormir entre sus brazos la noche entera. Mis suspiros henchían el pecho cuando respiraba y su olor venía hacia mí, jamás sentí nada igual como aquello que sentí al tenerla a mi lado aquella noche.
Sus manos recorrían mi espalda, sus labios buscaban los míos...su cuerpo se fundía con el mío rompiendo toda ley de la física.
Poco a poco la noche se iba diluyendo con la luz del día y su cuerpo se desvanecía de mi cama...solo me queda su olor en la almohada y un suspiro ahogado en el mar...
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Mancha de pintura