viernes, 1 de febrero de 2013

Soñar

Una estrella fugaz cruzó el cielo oscuro. Iluminó con su estela la noche que cernía al mundo en un profundo sueño, y también a tu sonrisa, a tus ojos, a tus besos.

Se apagó la estrella y entonces cerré los ojos para poder dormir, para poder soñar con un día mejor, o no.
Se apagó la sonrisa y dejó paso al pensamiento, se apagaron los besos y dejaron paso a las caricias, se apagó la duda para dejar paso a la ilusión.

Sin más, la estrella murió tras la montaña y el sol entonces, iluminó un nuevo día, en que las sonrisas reinaron hasta que mi cabeza se digne a volver a soñar.

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