sábado, 3 de marzo de 2012

Tu perfume.

Tu perfume se mezclaba entre las hebras de mi ropa. Tu recuerdo latía en mi memoria cada vez que respiraba.

Tus sonrisas me mataban a cada instante y cada una de tus miradas me revivía. Tenerte tan cerca y no poder tocarte, tenerte tan cerca y sobre todo, no poder besarte. Un cruel castigo por un delito que aún no he cometido. Quererte demasiado. Esa palabra aún no existe en mi vocabulario contigo, pero sí que escribo sobre ilusión, esperanza y pasión, sobre todo pasión.
Pasión por tu voz, por tus palabras, por tus sonrisas. Pasión por todo tu cuerpo, perfecto a la luz del día y de la noche. Pasión por tu piel. Por tus labios, esos labios que deseo tanto besar por las noches o por las tardes, qué más da, sólo quiero besarlos y demostrarte con un beso lo que con mi mirada y con mis palabras no llego a explicar.

Si tú supieras, si tú supieras que todas estas palabras, que las palabras de los últimos meses son solo para ti...si supieras que mis miradas son solo tuyas y que mis deseos de tenerte son enormes ¿qué harías tú?

1 comentario:

Mancha de pintura