martes, 29 de diciembre de 2009

Sin inspiración...


Sueño que camino por una hoja en blanco. Que las letras de aquellos textos que escribí y que el tiempo ha matado, me persiguen.
Corro hacia delante todo lo rápido que puedo, intento huir de ellas, de mis pensamientos, de mis recuerdos. Recuerdos que me matan la existencia y que hacen que me pierda en el pasado en donde una vez me ahogué y casi muero.
Mis piernas se revolucionan y ya no las siento mías, sólo sé que van hacia delante; miro hacia atrás y ya no hay nada, el blanco reluciente del espacio en el que estoy hace que entrecierre los ojos, cuando me acostumbro miro hacia abajo y mis pies están pisando aquellas letras de las que huía.
Como si del fin del mundo se tratara la hoja empezó a resquebrajarse y la grieta venía rauda y veloz hacia mí, salté hacia uno de los lados que empezó a separarse del otro al igual que un corazón cuando está desamparado y solitario, y de repente el blanco inmaculado comenzó a convertirse en un negro azulado como si alguien hubiera tirado un bote de tinta china sobre una libreta y en un simple pestañeo, la noche se creó, yo sobre mi isla de palabras mirando las estrellas, aquella luna gigante, sintiendo el frío de la noche y viendo cómo las palabras de aquel islote iban desapareciendo...
Cayó una estilográfica del cielo y mis manos quedaron iluminadas por su luz. Comenzó a escribir sola y dejó plasmado en una de las líneas: "Aquí comienza tu futuro...". La luz de la estilográfica se apagó y la isla llegó a tierra.

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Mancha de pintura